jueves, 5 de febrero de 2009

LA PREDICCIÓN

Quisiera conmemorar la muerte de alguien brillante, que como muchos en este país ha pagado caro el peso de pensar diferente. Además de tener muy claro lo que ha logrado nuestro presidente en este via crucis totalitario.

lunes, 2 de febrero de 2009

modelo para entender a nuestro gobierno sin armar


Viendo este fin de semana los informes en directo de la liberación de los primeros secuestrados en este nuevo proceso de paz, como que en algún momento uno se pregunta si las alocuciones presidenciales son redactadas pensando en hacernos una broma; ¡es que además son en directo! Casi siempre las palabras de Uribe tienden a ser desfachatadamente ilógicas. Nunca me ha quedado claro hasta qué punto se pueden ver como palabras maliciosas o como un reflejo de una ignorancia obstinada. Obviamente sí responden a una lógica si tenemos en cuenta que efectivamente es Uribe y que se refleja un desespero por no dejarnos escapar de la red del discurso de la seguridad democrática.

Pero ¿en qué radican las inconsistencias del momento en que el presidente tenía que hacer el acto oficial de liberación? Bueno, pues digamos que se me hace sospechosa una figura como la del lazarillo Jose Obdulio Gaviria, diestro en el hostigamiento en labores de espionaje; pero entonces parece que no está muy interesado en aconsejar al presidente para que sea un poco, solo un poco, más diplomático en el momento de emitir soniditos furiosos de sus fauces aguardentosas.

Hagamos un testeo de la situación: todos estamos aliados a la guerra contra el terrorismo; los terroristas en Colombia son las FARC (aparentemente para el gobierno los crímenes del paramilitarismo y del mismo estado no entran en esta categoría); el delito de las FARC que más causa indignación es el secuestro; las opciones para "acabar" con esta situación son los rescates por medio del combate directo, el hostigamiento con ayuda de los grupos paramilitares a los civiles que representen un riesgo (al verlo desde esa perspectiva me doy cuenta que esta opción tiene muy poco sentido) o admitir que el secuestro es una práctica extorsiva muy compleja que pone en una situación muy delicada a las personas pertenecientes al entorno de las víctimas obligando a que en cierto modo los movimientos de ayuda tengan que ser en gran medida dependientes de las condiciones de los secuestradores (lo que menos quieren los familiares de los secuestrados es arriesgar la opción de volver a ver con vida a sus seres queridos).

Pero como ya estamos acostumbrados y a muchos nos enaltece el espíritu la actitud chabacana y belicista de Úribe César, una vez más represesenta más relevancia para los dueños del poder perpetuarse en sus tronos que proteger la vida de su pueblo (les recuerdo que lo que hacen los políticos en el poder es representar al pueblo, o bueno, se supone que debería ser así). Las declaraciones en las que desacreditaba a la comisión que gestionó estas liberaciones son un típico ejemplo de su imprudencia administrativa; a él es al único que no le queda claro que cualquier movimiento en falso puede desencadenar en una tragedia (no se acuerda que gracias a su imprudencia guerrerista sacrificó la vida de los diputados). Por suerte en esta ocasión el gobierno tenía suficientes restricciones para que esto no volviera a suceder.

Había que sazonar la fiesta con la obviedad del atentado en Cali, para que el mismo presidente tuviera un argumento armado como un castillo de naipes a última hora, que le permitiera arremeter contra la iniciativa de un posible diálogo. Lo único que agradezco en este momento es que, sinceramente, todas estas jugadas aberrantes no hayan podido destruir la posibilidad de que estas personas hayan sido liberadas y que , reitero, esto no se haya vuelto una tragedia.